LA EDUCACION EMOCIONAL PARA LA SEGURIDAD VIAL EN LA CONDUCCION
Tomar el dominio y control de nuestras emociones colocándolos el servicio de la inteligencia y no la inteligencia al servicio de las emociones. Esa es la clave en la que fundamentamos la capacidad de persuadir, reconocer y gestionar las emociones eso se llama Inteligencia Emocional.
La inteligencia emocional es un valor, y debe establecerse como prioridad y modelo para la toma de decisiones, sobre todo en la conducción. De hecho, si tomamos como punto de partida el factor humano como responsable de lo que ocurre a bordo de un vehículo, comprenderemos la importancia de la inteligencia emocional en la seguridad vial, y por eso podemos afirmar que la educación emocional resulta básica para la educación vial.
La educación emocional sea la respuesta a muchos de los problemas de nula o inadecuada educación vial para reducir los accidentes. Quien aprende a reconocer y a dominar sus propias emociones, cuando se pone al dominio de un vehículo es capaz de responder de una forma más segura y eficaz a las diferentes situaciones del tráfico, se cansa menos y disfruta más de su camino.
Educar en el control de las emociones para conseguir comportamientos al volante alineados con la seguridad vial. Es un análisis interesante, y que pone de relieve la importancia de una cualidad personal que algunos intentamos inculcar a quienes quieren formarse como conductores: el autocontrol, como puerta de acceso a una conducción tranquila, segura, eficaz, educada y solidaria con el resto de usuarios de la vía.